Colmado de la sultana

En la República Dominicana, los colmados son una parte esencial de la vida cotidiana.

Estos pequeños negocios locales ofrecen una gran variedad de productos, desde comestibles hasta artículos de limpieza y bebidas alcohólicas.

Sin embargo, hay un colmado en particular que se destaca por encima de los demás: el colmado de la sultana. El colmado de la sultana es un lugar emblemático en la ciudad de Santo Domingo, ubicado en el barrio de Gazcue.

Fundado en 1958 por la señora Ana María Rodríguez, conocida como la "Sultana", este colmado se ha convertido en un punto de referencia para los habitantes de la zona y en un lugar de peregrinación para los turistas que buscan una experiencia auténtica en la República Dominicana.

La historia detrás del nombre del colmado es fascinante.

Se dice que la señora Ana María, una mujer emprendedora y de gran personalidad, recibió el apodo de "Sultana" de sus clientes debido a su forma de liderar y manejar su negocio.

Ella era conocida por su amabilidad, su buen humor y su habilidad para mantener a todos contentos en su colmado.

Con el tiempo, el nombre de "Sultana" se convirtió en una marca registrada del colmado, dándole un toque distintivo y único. Pero, ¿qué hace que el colmado de la sultana sea tan especial? ¿Por qué es tan popular entre los locales y los turistas? La respuesta está en su ambiente acogedor y auténtico. A diferencia de los supermercados modernos, el colmado de la sultana conserva su encanto tradicional y ofrece una experiencia única.

Al entrar, te encontrarás con una gran variedad de productos en estantes y refrigeradores, desde frutas y verduras frescas hasta productos básicos como arroz, frijoles y aceite.

También encontrarás una amplia selección de bebidas, incluyendo cervezas locales y ron dominicano.

Pero lo que realmente hace que el colmado de la sultana sea especial es su barra de comidas. Aquí es donde la "Sultana" realmente brilla. Con su habilidad para preparar deliciosos platos caseros, se convirtió en una verdadera chef en su colmado. Hoy en día, su hija y su nieta continúan su legado culinario, ofreciendo una variedad de platos típicos dominicanos, como arroz con pollo, sancocho, yuca con cebolla.